
Vida temprana y trayectoria académica:
Nacido en 1868 en Urmia (Irán), Benjamin Keldani, que más tarde pasó a llamarse Abdul Ahad Dawud tras abrazar el islam, recibió su educación primaria en su ciudad natal. Entre 1886 y 1889, trabajó como profesor en la misión del arzobispo de Canterbury para los cristianos nestorianos de su ciudad. Más tarde fue enviado a Roma, donde recibió formación formal en estudios filosóficos y teológicos en el Colegio de Propagandistas. En 1895 se ordenó sacerdote y comenzó a escribir artículos religiosos publicados en revistas especializadas.
Comienzo de la transformación:
Tras regresar de Roma, Keldani hizo escala en Estambul, donde colaboró con artículos sobre las iglesias orientales en periódicos ingleses y franceses. Regresó a su ciudad natal, se unió a la misión lazarista francesa y publicó las primeras publicaciones periódicas en lengua siríaca. Más tarde fue designado para representar a los católicos orientales en el Congreso Eucarístico de Francia. Al regresar a su patria, abrió una escuela gratuita y continuó su labor evangélica dentro de la Iglesia.
Dudas y contradicciones:
Las dudas empezaron a invadir el corazón de Keldani cuando observó contradicciones entre las enseñanzas de la Iglesia y sus creencias personales. Le costaba aceptar la exigencia eclesiástica de intercesión entre Dios y su creación y la confianza absoluta en los intercesores. Abdul Ahad Dawud afirma: "La Iglesia me pedía que creyera en la intercesión entre Dios y Su creación, y que los monjes son intercesores absolutos, cosa que no podía aceptar".
En busca de la verdad:
Keldani se recluyó en su casa durante un mes, releyendo los libros sagrados en sus lenguas antiguas y estudiándolos a fondo. En busca de la verdad, comenzó a explorar el Corán y la Biblia común, descubriendo que el Corán niega la crucifixión de Cristo, mientras que la Biblia la afirma. Dawud explica: "El resultado de mis investigaciones y pesquisas fue que llegué al convencimiento y la certeza de que la historia del asesinato y crucifixión de Cristo, seguida de su resurrección, es un relato mítico."
Reunión con eruditos musulmanes:
Durante su búsqueda, Keldani se reunió con varios eruditos musulmanes, entablando numerosas discusiones y confrontaciones intelectuales. Tras estos encuentros, se convenció de la verdad del Islam y empezó a sentir una paz interior hacia la religión. Recuerda: "Me reuní con varios eruditos musulmanes y, tras numerosas confrontaciones con ellos, me convencí del Islam y lo abracé".
Abrazar el Islam:
Tras estudiar a fondo el Corán y los libros sagrados, Benjamin Keldani abrazó el Islam en Estambul y adoptó el nombre de "Abdul Ahad Dawud". Dawud subrayó que su conversión al Islam se debió a la guía de Dios. Escribió: "Mi orientación hacia el Islam sólo puede atribuirse al cuidado y la guía de Dios Todopoderoso. Sin la guía de Dios, todas las lecturas e investigaciones son inútiles".
La vida después del Islam:
Tras su conversión, Abdul Ahad Dawud fue autor de varios libros en los que defendía el islam y dilucidaba las verdades religiosas de forma científica y lógica. Entre estos libros destacan su obra "Mahoma en la Biblia" y "El Evangelio y la Cruz". Dawud afirma: "El momento en que creí en la unicidad de Dios y en Su noble Profeta, la paz sea con él, marcó el inicio de mi transformación hacia una conducta ejemplar y fiel."
Visión final:
Abdul Ahad Dawud afirma: "Estoy convencido de que la única forma de comprender el significado y el espíritu de la Biblia es estudiarla desde una perspectiva islámica". Cree que el credo monoteísta abrazado por el Islam es la verdadera doctrina que debe ser la creencia de todo creyente en Dios hasta el Día del Juicio.
Con estos detalles, se desarrolla el viaje de Benjamin Keldani, que pasa de ser un celoso sacerdote a un devoto predicador islámico, poniendo de relieve el poder del Islam y su capacidad para atraer a los corazones en busca de la verdad.